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viernes, 6 de septiembre de 2013

Contexto europeo desde la revolución francesa hasta 1824



La Revolución Francesa fue el cambio político más importante que se produjo en Europa, a fines del siglo XVIII. 
No fue sólo importante para Francia, sino que sirvió de ejemplo para otros países ,en donde se desataron conflictos sociales similares, en contra de un régimen anacrónico y opresor, como era la monarquía. Esta revolución significó el triunfo de un pueblo (la burguesía) oprimido y cansado de las injusticias, sobre los privilegios de la nobleza feudal y del estado absolutista.

Consecuencias de la Revolución Francesa
1-Se destruyó el sistema feudal
2-Se dió un fuerte golpe a la monarquía absoluta
3-Surgió la creación de una República de corte liberal
4-Se difundió la declaración de los Derechos del hombre y los Ciudadanos
5-La separación de la Iglesia y del Estado en 1794 fue un antecedente para eparar la religión de la política en otras partes del mundo 
6-La burguesía amplió cada vez más su influencia en Europa
7-Se difundieron ideas democráticas
8-Los derechos de los señores feudales fueron anulados
9-Comenzaron a surgir ideas de independencia en las colonias iberoamericanas
10-Se fomentaron los movimientos nacionalistas

Los ideales revolucionarios pasaron a integrar la plataforma de las reformas liberales de Francia y Europa en el siglo XIX, así como sirvieron de motor ideológico a las naciones latinoamericanas independizadas en ese mismo siglo, y continúan siendo hoy las claves de la democracia.

San Martín en el Perú


San Martín ocupó Lima y reunió un cabildo abierto el 15 de julio. El día 28, ante una multitud reunida en la Plaza de Armas de Lima, San Martín declaró la independencia y fue nombrado Protector del Perú con autoridad civil y militar.
Fundó la Sociedad Patriótica, formada por 40 ciudadanos peruanos, a quienes consideró los más ilustrados entre los decididos por la causa independentista. Ésta se enfrascó en discusiones sobre la forma más conveniente de gobernar el país, entre la monarquía constitucional que apoyaba San Martín y defendían los ministros Unanue y Monteagudo, y la república, que defendían Manuel Pérez de Tudela y Mariano José de Arce. En apoyo a sus ideas monarquistas, envió a García del Río y Diego Paroissien a Europa, a conseguir un príncipe de la Casa de Sajonia-Coburgo-Gotha, para que reinara en el Perú. También debían contratar un empréstito para continuar la campaña militar.
Estableció la libertad de comercio y la libertad de imprenta, pero no permitió otro culto religioso que el católico. Expulsó a miles de españoles nototiamente contrarios a la independencia y confiscó sus bienes.
Desde Ancón, y posteriormente desde Lima, San Martín envió una serie de campañas para incorporar al Protectorado al resto del Perú, pero algunos triunfos parciales no pudieron evitar que el Virrey se hiciera fuerte en la Sierra, fijando su capital en Cuzco; el Protector no tenía fuerzas para enfrentarlo con probabilidades ciertas de triunfar.

El gobierno de San Martín en Mendoza


La toma española de las tierras que hoy conforman San Martín data de 1563, año en que el capitán Pedro Moyano Cornejo cruza el río Mendoza y se instala al este del mismo en las tierras que eran del cacique Pallamay.
Estas tierras se conocieron originalmente como Rodeo de Moyano o también comoLa Reducción. Pronto el territorio mendocino fue subdividido en 3 curatos regenteados por la Iglesia Católica, a uno de ellos pertenecía el actual San Martín. El ángulo formado por los ríos Mendoza y Tunuyán captó a los primeros pobladores españoles de la zona, y por su condición de tierras anegadizas luego se conoció el lugar como Los Barreales. La posta instalada en lo que hoy conocemos como San Martín fue también clave en su desarrollo, impulsando el crecimiento de la población. Con el correr de los años llegó el aprovechamiento de las aguas de los ríos cercanos mediante canales, que luego devendría en uno de los oasis de riego más importantes de la Argentina.
Sin embargo, quien dio el definitivo impulso a la zona fue justamente el general José de San Martín, en los comienzos de la campaña militar que derivaría en la independencia de Chile y Perú. San Martín quería ayudar a los ejércitos del chileno Bernardo O'Higgins, y derrotar de esta forma a los realistas españoles; Mendoza era el lugar ideal para apuntalar esta iniciativa, y temeroso de que el lugar sea invadido propició la población de la zona vendiendo las tierras de la zona. José de San Martín recibió 200 hectáreas, en las que fomentó el cultivo bajo riego de vid y frutales, y también el primer molino harinero.
La villa ya iba tomando forma, y el 20 de diciembre de 1816 el gobernador de Mendoza Toribio de Luzuriaga funda formalmente la población con el nombre de Villa Nueva de los Barreales, a la que él mismo le adjuntaba "de San Martín" en su habla habitual y correspondencia. Apenas 7 años más tarde, por un decreto del gobernador Pedro Molina, la ciudad se convierte en la primera de un sinfín de poblados que homenajearían al general bautizándose con su nombre.

Otro hito fundamental fue la llegada del ferrocarril en 1885, que coincidió con el arribo de inmigrantes italianos y españoles. Con la construcción de los talleres del ferrocarril en la cercana Palmira, San Martín se convirtió en uno de las estaciones ferroviarias más importantes del país. Finalmente, a mediados del siglo XX la construcción de la ruta Nacional 7 que comunica Buenos Aires con Mendoza y Santiago de Chile situó a San Martín nuevamente en un lugar estratégico para las comunicaciones.

La independencia y su consolidacion


Después del "Desastre de Rancagua", contingentes de patriotas se trasladaron a Mendoza. El general José de San Martín, gobernador de Cuyo, había elaborado un plan para derrotar definitivamente el bastión español del Virreinato peruano e invitó a los chilenos a integrarse. Con excepción de José Miguel Carrera y su gente, que se desentendió de la oferta y viajó a Estados Unidos para organizar su propio plan independentista, los demás oficiales, como O'Higgins y Ramón Freire, se pusieron bajo las órdenes del militar argentino.

El proyecto de San Martín era cruzar la cordillera, recuperar Chile y por mar atacar a Abascal. De este modo, el Ejército Libertador, formado por aproximadamente 4.000 hombres, entre chilenos y argentinos, marchó hacia Chile en enero de 1817, obteniendo una trascendental victoria en la batalla de Chacabuco, el 12 de febrero de ese año. El triunfo patriota puso fin al gobierno de Casimiro Marcó del Pont, iniciándose la etapa de consolidación de la independencia nacional.

El cruce de los Andes



El Cruce de los Andes fue un conjunto de maniobras realizadas por el Ejército de los Andes de las Provincias Unidas del Río de la Plata (Argentina) entre el 12 de enero y el 8 de febrero de 1817, para atravesar la cordillera de los Andes desde la región argentina de Cuyo hasta Chile, y enfrentar a las tropas realistas leales a la Corona española que allí se encontraban. Formó parte del plan que el general José de San Martín desarrolló para llevar a cabo la Expedición Libertadora de Chile y del Perú.
El Cruce de los Andes es considerado como uno de los grandes hitos de la historia argentina, así como también como una de las mayores hazañas de la historia militar universal. Algunos autores lo toman como parte de un conjunto de acciones que integran el llamado Plan de Maitland.

Luego de la Revolución de mayo de 1810, se inició la guerra de independencia argentina, como parte de un conjunto de revoluciones contra la monarquía española a lo largo de todo el continente sudamericano. Si bien dichos movimientos lograron un éxito inicial, luego su avance sufrió un estancamiento, debido a la resistencia y represión que llevaron a cabo los sectores americanos y peninsulares leales a la corona española, que mantenían su centro de poder en Perú.
Para llevar a cabo su plan,San Martín llegó a Mendoza el 7 de septiembre de 1814 con la idea de organizar un pequeño y disciplinado ejército en la Provincia de Cuyo. A poco de llegado, entre el 1 y 2 de octubre de ese año, se produjo en Chile la Batalla de Rancagua, en la cual las fuerzas patriotas chilenas fueron derrotadas, y parte de sus restos cruzaron la cordillera en dirección a Mendoza, quedando Chile nuevamente en manos realistas. Ante esta situación, San Martín recibió e incorporó a su incipiente ejército cuyano —que ya contaba con alrededor de 1000 hombres—3 los restos de tropas chilenas al mando de Andrés del Alcázar y Bernardo O'Higgins; la otra facción siguió a José Miguel Carrera decidiendo no formar parte del nuevo ejército. Al mismo tiempo San Martín incorporó a su ejército el Batallón de Auxiliares Argentinos (también llamado Auxiliares de Chile), que había retornado de su misión en Chile al mando del coronel Juan Gregorio de Las Heras por órdenes del gobierno de las Provincias Unidas después de tomar conocimiento del Tratado de Lircay.
San Martín nombró al jurisconsulto chileno Dr. Hipólito de Villegas, quien fuera desterrado por los hermanos Carrera, como apoderado del Ejército de los Andes para percibir los fondos que recolectaban con el objeto de proveer el sostenimiento de las tropas. Intentó poner rápidamente a su ejército en condiciones de combatir, ante el temor de que los realistas cruzaran la cordillera y atacaran Mendoza, debido a la aparición de destacamentos realistas en el Portillo, Las Flechas y Ladera de las Vacas en el paso de Uspallata. Pese a esos movimientos, este temor nunca se hizo realidad debido a que el líder de las fuerzas españolas en Chile, Casimiro Marcó del Pont, consideró el cruce por parte de un ejército como impracticable.
Así fue que San Martín se abocó durante los años 1815 y 1816 a formar el Ejército de los Andes, y a prepararlo para el cruce de la cordillera de los Andes y el ataque a los realistas de Chile. El 9 de julio de 1816 las Provincias Unidas declaran su independencia y con Juan Martín de Pueyrredón elegido Director Supremo el general San Martín recibió el apoyo pleno del gobierno central para mejorar y consolidar el ejército. La ciudad de Mendoza se transformó en un gran cuartel y fábrica militar, y casi todos los pobladores cuyanos participaron en la elaboración de pólvora y municiones, aprendieron a fundir cañones, tejer tela y coser ropa. Se montó una fundición de armas a cargo del religioso franciscano fray Luis Beltrán, un cuerpo de maestranza a cargo de Antonio Álvarez Condarco y servicios sanitarios a cargo del médico Diego Paroissien
A mediados de 1816, San Martín se instaló en el campamento de El Plumerillo, ubicado en las adyacencias de la ciudad de Mendoza, donde constituyó su Estado Mayor. La actividad de San Martín incluyó un complejo plan para engañar al enemigo (Guerra de Zapa) mediante el envío de espías y conferencias con indígenas difundiendo el rumor de que cruzaría los Andes por un paso más al sur, lo cual era de mayor factibilidad. Los indígenas pehuenches comunicaron estos planes a los españoles de Chile, quienes así dispersaron sus fuerzas y perdieron poder de resistencia. El grueso del ejército cruzó los Andes por los difíciles pasos de Uspallata y Los Patos, los cuales eran considerados como imposibles para el cruce, pero permitían cortar por el centro a las líneas defensivas realistas y dirigirse directamente a Santiago de Chile. Debieron atravesar más de 500 km de cordillera y pre-cordillera.

El 19 de enero de 1817 se inició el cruce de la cordillera de los Andes.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

El Ejercito Del Norte




El Ejército del Norte, denominado en los documentos de su época Ejército Auxiliar del Perú o Ejército del Perú ya que aún cuando era argentino su objetivo era liberar al Alto Perú y al Perú, fue el primer cuerpo militar desplegado por las Provincias Unidas del Río de la Plata en la guerra de la Independencia Argentina. Este ejército fue el encargado de actuar, bajo el mando, entre otros de Manuel Belgrano, en la región noroeste de la actual República Argentina y el Alto Perú (actual Bolivia), en donde se desarrolló uno de los principales frentes de batalla contra los realistas fieles a la corona de España.


Su acción en el frente independentista comenzó en 1810 y concluyó en 1817, con la derrota de las fuerzas comandadas por Gregorio Aráoz de Lamadrid en la batalla de Sopachuy, en un último intento de avanzar sobre el Alto Perú. A partir de allí las acciones ofensivas finalizaron, manteniéndose sólo en situación defensiva. La ofensiva ya había sido trasladada al Ejército de los Andes, comandado por José de San Martín, que concibió la idea de llegar por mar hasta Lima, el principal bastión realista, tras liberar Chile. El Ejército del Norte, nuevamente al mando de Belgrano, fue llamado para intervenir en las luchas internas suscitadas por el conflicto entre el gobierno central con sede en Buenos Aires y los caudillos federales del Litoral. El Motín de Arequito(1820), causado por la renuencia de los veteranos del frente independentista a comprometerse en luchas intestinas, puso fin a su existencia.

Durante la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, un nuevo cuerpo militar recibió el nombre de Ejército del Norte 1837 al mando de Alejandro Heredia, desapareciendo de nuevo tras su asesinato en 1838 al estallar la rebelión conocida como Coalición del Norte, finalizando la guerra en 1839 con la victoria chilena en Yungay y el retiro de los peruano-bolivianos del territorio argentino.

El Combate de San Lorenzo


El Combate de San Lorenzo tuvo lugar el 3 de febrero de 1813, junto al Convento de San Carlos Borromeo en la localidad de San Lorenzo de la provincia de Santa Fe (Argentina), entre las fuerzas independentistas rioplatenses (argentinas) y las colonialistas españolas (realistas).
Una expedición compuesta de once embarcaciones, que había salido de Montevideo con el propósito indicado, fue seguida paralelamente por tierra por el coronel de caballería José de San Martín, al frente de 125 hombres del Regimiento de Granaderos a Caballo, recientemente creado por él.
Las fuerzas de San Martín se adelantaron, deteniéndose el 2 de febrero cerca de la posta del Espinillo, situada a 21 km al norte del Rosario, donde hoy se ubica la ciudad de Capitán Bermúdez. Tras cambiar los caballos, continuaron al día siguiente su recorrido hasta el Convento San Carlos, ingresando por el lado oeste del monasterio. En ese lugar existe el convento de San Carlos, donde — tras negociar la situación con el superior de los frailes franciscanos del convento, fray Pedro García — San Martín ocultó a sus granaderos, de modo que la escuadrilla realista no pudo observarlos.
Los realistas desembarcaron y avanzaron hacia el convento, suponiendo que allí estaban depositados los principales bienes de la zona. Para su sorpresa, fueron atacados por los granaderos a caballo sable en mano. El ataque de las tropas argentinas se realizó con un movimiento de pinzas saliendo de la parte trasera del convento, una de ellas —la de la izquierda y la primera en moverse— estaba encabezada por José de San Martín; la otra estaba encabezada por el capitán oriental Justo Germán Bermúdez, quien estaba secundado por el joven teniente porteño Manuel Díaz Vélez. Bermúdez ejecutó un rodeo muy grande, forzando la escapatoria de los españoles hacia sus buques. La táctica militar empleada por el General San Martín consistió en una maniobra envolvente, tomada de Napoleón.
El desembarco no se produjo enfrente del convento, como había previsto San Martín, sino en dirección al centro de la actual ciudad. Por ello, la columna de San Martín llegó antes de que la de Bermúdez completara el movimiento. Por un momento, los españoles lograron defenderse. Una bala hirió al caballo de San Martín, que rodó y apretó una de las piernas del coronel, inmovilizándolo. Un enemigo iba a clavarle la bayoneta, cuando apareció el soldado puntano Juan Bautista Baigorria quien en ese preciso instante se interpuso, mató al soldado realista y comenzó una defensa heroica de San Martín. Mientras, el soldado correntino Juan Bautista Cabral ayudó a San Martín a liberarse de la opresión del lomo del caballo sobre su pierna salvándole la vida.
Tanto el capitán Justo Bermúdez como el teniente Manuel Díaz Vélez y el soldado Juan Cabral morirían en esa heroica acción, por eso son conmemorados en la Historia Argentina. Existe la creencia de que Baigorria murió en la batalla de San Lorenzo, pero los registros muestran que sirvió en el ejército de los Andes hasta aproximadamente el año 1818.
La llegada del grupo de Bermúdez, impidiendo que los realistas se reorganizaran en cuadro, completó la victoria de San Martín, obligando a los realistas a huir apresuradamente. Algunos realistas se arrojaron al río desde la barranca y perecieron ahogados. El combate duró, en total, alrededor de 15 minutos.
Este combate constituyó el bautismo de fuego del Regimiento de Granaderos a Caballo.
Pese a lo escaso de las tropas comprometidas, y a la escasa duración de la batalla, ésta tuvo consecuencias estratégicas: no hubo más campañas de los realistas de Montevideo hacia el río Paraná, y la ciudad comenzó a tener problemas de abastecimiento. Éstos llevarían, mucho más tarde, a su caída en manos de las tropas de Buenos Aires.
San Martín se expuso al fuego enemigo hasta el punto de que en este combate casi perdió la vida. Para explicar este hecho, téngase en cuenta que en esa época muchos de los oficiales principales encabezaban los combates para ser ejemplo de sus subordinados, el otro motivo parece haber sido disipar las sospechas que pudiera haber sobre la fidelidad de San Martín: tras décadas de vida en España, aún mantenía acento peninsular, y se sospechaba que fuera un agente realista (proespañol).